La higiene completa de un perro implica varios aspectos como: el baño, el cepillado y la limpieza de los dientes y de los oídos, esto es importante para su salud y la de las personas con las que convive. En casa conviene incorporar la higiene del perro como una parte más de la rutina de aseo del resto de familia.
- El cepillado:
Es el primer paso obligado para la correcta higiene de nuestra mascota. Sus paseos por el parque, sus juegos e, incluso, los restos de contaminantes presentes en aire de la ciudad, ensucian el pelaje de nuestra mascota. El cepillado del perro debe ser un hábito diario: es el modo más sencillo de eliminar la suciedad de su cuerpo. Pero también de fortalecer su pelaje y mantener sana su piel y la base del pelo: las púas ejercen durante el cepillado un masaje beneficioso.
La frecuencia del peinado puede variar en función del tipo de pelaje: rizado, liso, largo o corto. De modo que un animal con tendencia a presentar nudos y marañas en su cabello puede precisar, incluso, más de un cepillado al día.
"El cepillado del can debe ser un hábito diario"
Cuanto antes comience a cepillar a su perro, antes aceptará el animal la higiene de su pelo como parte de sus hábitos cotidianos. Recuerde que el can es un animal de costumbres. La rutina habitual del peinado puede convertirse asimismo en una forma de estrechar la relación con su animal de forma positiva: acompañar el cuidado del pelaje con caricias y palabras amables ayuda a que se sienta más cómodo.
¿Cómo debe ser el cepillado?
Comienza con un peine de dientes espaciados y cepilla desde la cabeza hasta la cola, siguiendo esa dirección. Al hacerlo, vigila signos de una posible presencia de pulgas, tumores o nudos sospechosos. Al utilizar primero el peine de dientes espaciados, evitarás tirones de pelo incómodos para el animal y este estará más tranquilo. Después, cepilla al animal con la ayuda de un cepillo de metal hecho expresamente para retirar el pelo muerto del pelaje. Nunca utilices tijeras para cortar los nudos, porque corres el peligro de cortar también la piel del animal.
- El baño:
El baño con agua y jabón completará la higiene del pelaje y piel de nuestro perro. Un perro de ciudad puede necesitar un baño al mes (si tiene el pelo largo ) o uno cada dos o tres meses (si es de pelaje corto).
El agua de baño debe respetar la temperatura corporal habitual del perro, que de media es de unos 39ºC , dos grados superior a la de las personas. Evitar el contacto directo del producto con los ojos del perro es otra precaución a tener en cuenta. Vigile, asimismo, que no entre agua en sus oídos: unos tapones de algodón en las orejas del perro son un sencillo remedio para servir de barrera.
Cada perro, su champú
En el mercado existe una amplia variedad de productos adecuados para bañar a su mascota. La piel de los perros es mucho más sensible que la nuestra, por lo que nuestro champú puede irritarles gravemente la piel. Además, resecan el pelo del perro y favorece la aparición de enfermedades de la piel. Existen champús para perros con pieles muy sensibles, que tienen tendencia a las reacciones alérgicas. También los hay específicos para cada tipo de pelo: corto, largo, rizado, oscuro o claro. Es cuestión de elegir el que mejor se adapte a las características del perro. El veterinario puede aconsejarle en este sentido.
- Boca, Oídos y Ojos sanos y limpios
Una correcta higiene dental es la mejor forma de prevenir el mal aliento en el perro a la vez que evita futuras infecciones y otras dolencias en su boca, como inflamaciones de las encías, dificultades para comer o enfermedades más graves que pueden afectar a órganos como el riñón o el hígado. Una rutina de aseo del perro que incluya al menos dos cepillados de dientes a la semana evitará buena parte de estos posibles problemas (Es importante usar el cepillo sin nada o una pasta dental especial ya que la nuestra no es buena para ellos).
La aparición de las molestas y anti-estéticas lagañas es sencilla de evitar: basta con usar de forma cotidiana gasas humedecidas en suero fisiológico para eliminarlas. De esta forma, previene posibles infecciones de ojos, como la conjuntivitis.
Los oídos del perro deben ser revisados al menos una vez a la semana en caso de los perros de orejas grandes: sus enormes pabellones bloquean la entrada de aire al interior de los conductos auditivos, lo que dificulta que la suciedad salga arrastrada de forma natural por la corriente.
En el caso del perro de orejas cortas, es suficiente realizar la limpieza de oídos dos veces al mes. Una gasa enrollada al dedo índice le ayudará en esta tarea, que puede completarse con ayuda de productos limpiadores específicos que ayudan a eliminar la cera de las paredes de los conductos auditivos.
- Perros guapos y sanos
Los cortes habituales de pelaje, en especial en los perros de pelo largo y fino o rizado, con tendencia a crear nudos, son esenciales. Hoy en día existen gran cantidad de peluquerías caninas especializadas pero debes vigilar que de verdad estén especializados en conducta canina ya que hay muchos casos de maltrato en dichas peluquerías. Importante es, asimismo, cuidar y recortar las uñas de nuestra mascota, en especial en los perros que no tiendan a desgastarlas por sí solos. El veterinario le ayudarán en esta tarea cuando acuda a su consulta habitual.
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