Bueno, esa es precisamente la cuestión y empezaré contando el porqué decidí investigar sobre esto y compartirlo con ustedes. Hace algún tiempo cuando uno de nuestros gatos (Thomás de raza Siamés) estaba "adolescente" por así decirlo, decidimos sacarlo a pasear ya que una de las características de esa raza es que tienen mucha energía y necesitan drenarla, lo primero que hicimos fue comprar un paseador común y engancharlo a su collar, a penas abrimos la puerta del departamento salió despavorido bajando por las escaleras como loco y yo detrás tratando de no caerme (jajaja...), el resultado fue que al llegar al jardín del edificio tosía mucho como si tuviera algo atravesado en la garganta y dejaba la lengua fuera, (imaginaran mi cara y la de mi pareja al verlo así), al buscar información sobre eso encontramos que...
"La tráquea es una parte del cuello muy sensible.
Un collar, aunque sea ancho y suave usándolo para salir de paseo, ejerce una presión fuerte sobre la tráquea, si la correa está tensa o incluso damos tirones con ella.
Muchos perros son tratados en el veterinario por ‘tos crónica’ y nadie se da cuenta que se trata de una traqueítis por presión y mal uso de un collar.
En el caso de los gatos sucede algo muy similar, puesto que el cuello es un área muy sensible y de tanto halar se lastiman llegando a dejar al animal por un buen rato con la lengua fuera de la boca y tosiendo constantemente"
y es que resulta lógico, como la pregunta del titulo ¿Usarías el cinturón de seguridad en el cuello? pues no, ya que con un frenazo el cinturón se tensa y podemos imaginar como quedaríamos luego de eso, y no solo hay que pensar en el cinturón de seguridad de los vehículos, nada mas con colocarnos en el lugar de nuestro perro o gato en esa situación basta.
y es que resulta lógico, como la pregunta del titulo ¿Usarías el cinturón de seguridad en el cuello? pues no, ya que con un frenazo el cinturón se tensa y podemos imaginar como quedaríamos luego de eso, y no solo hay que pensar en el cinturón de seguridad de los vehículos, nada mas con colocarnos en el lugar de nuestro perro o gato en esa situación basta.
No solo es la molestia es que además resulta en un problema grave de salud, puesto que la presión o los tirones del collar además dañan los cervicales, y por eso todas las vertebras espinales provocando el ‘Síndrome Horner’, el cual en la mayoría de los casos se cura con medicación, pero puede que en otros casos ya no haya remedio (si sospechas que tu mascota pueda estar sufriendo ese síndrome lo correcto es llevarlo a su medico veterinario lo antes posible).
¿Qué debemos usar entonces para pasear a nuestra mascota? pues una pechera!.
¿Cómo elegir la pechera perfecta?
El desafío de conseguir una pechera para tu mascota esta en el echo de que la anatomía del gato y del perro es diferente (para alguno debe ser obvia pero para otros no) a nosotras nos sucedió que compramos una del tamaño y forma equivocada, como cuando las abuelas creen que sus nietos no crecen y compran la talla errada (jajajaja...), entonces lo mejor es medir a tu mascota. Por otra parte esta debe tener una cinta en el lomo y otra en el pecho, que conecta la parte del cuello con la del tórax, tiene que ser ajustable de varias formas y debe tener cintas anchas y acolchadas preferiblemente. Seguidamente si todo esto se combina luego con un paseador resistente de 2 o 3 metros de largo, muchísima tranquilidad y paciencia, dejando que nuestra mascota disfrute su paseo olfateando y descubriendo todo a su paso, el paseo no solo placentero para el animal sino que para su mascopadre también.
Por cierto ¡No olvides llevar tus bolsitas para recoger la popo de tu mascota!
Finalmente, el collar no deja de ser importante ya que alli colocaremos la plaquita con los datos de nuestra mascota y los nuestros en caso de extravío, este collar debe ser usado también en casa ya que no sabemos si por alguna razón se escapa o por si ocurre alguna emergencia imprevista.
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