Desde que salimos del vientre de nuestra madre nuestra vida empieza a envejecer un poquito cada día y la vida de nuestras mascotas no es diferente en ese aspecto, pero a veces ese gran cariño que le tenemos y el verlos como los bebes o consentidos de la casa nos hace difícil entender que al igual que nosotros ellos también pierden facultades físicas y mentales al llegar a la "Tercera edad" o a ser seniles. Hay razas de perros por ejemplo que son juguetones hasta en edad avanzada pero aun asi deben tener algunos cuidados especiales y aunque otros no sean asi igual merecen una vida digna y acorde a su edad.
En la fase avanzada de su vida, las mascotas pueden presentar más o menos problemas dependiendo de su genética, de la alimentación que hayan tenido durante su existencia, el cuidado que se les haya dispensado y las condiciones ambientales de su hábitat.
Siempre hay que estar alerta ante cualquier cambio en la conducta o los hábitos de nuestra mascota, ya que pueden deberse no sólo a la edad, sino a alguna enfermedad. Cuando son mayores necesitan visitar con mayor frecuencia a su veterinario «de cabecera». Él es quien, a través del examen físico, diferentes pruebas y análisis, determinará con su diagnóstico el verdadero estado de salud en el que se encuentran. También será el que lleve al día sus vacunas, imprescindibles para nuestras mascotas, ya que con la edad, el sistema inmune se debilita y es más fácil que desarrollen enfermedades.
A un gato o perro viejo no le gusta mucho salir de casa y se vuelve cada vez más exigente con la calidad y la cantidad de la comida. Algunos estudios demuestran que, a veces, las mascotas de esta edad tienen problemas cognitivos y de atención parecidos a la enfermedad de Alzheimer en el hombre. Esta situación puede producir desorientación, confusión, disminución de su actividad física, lentitud para obedecer y cambios en el sueño.
El gato
Normalmente se considera que un gato llega a la vejez a partir de los 6 años si es callejero y si ha estado siempre en casa bajo los cuidados óptimos de sus amos, a los 10 años.
Cambios asociados a la edad
La edad produce una serie de cambios, fisiológicos y orgánicos, que hace que tengamos que estar más pendientes de nuestras mascotas. Estos cambios se traducen en una disminución de la musculatura, un aumento de la grasa y una disminución de la movilidad, lo que puede provocar obesidad en nuestro gato. La piel pierde elasticidad, el pelo comienza a caerse y aparecen canas alrededor del hocico y de la cara. Estos cambios también afectan a su boca: aparece gran cantidad de sarro en sus dientes y alguno de ellos termina cayéndose, lo que provoca una disminución del apetito. Deberemos estar muy atentos a su peso y a observar el aspecto de sus deposiciones, por si tuviese algún parásito.
Problemas de salud
Uno de los principales problemas en este período es la insuficiencia renal. Los riñones les empiezan a fallar, y ello puede derivar en un cambio en la alimentación, que nos obligará a estar pendientes. También es frecuente la aparición de enfermedades cardíacas, asociadas a alteraciones o a la disfunción cardíaca y arterial.
También hay una merma de agudeza en todos los sentidos (gusto, olfato, tacto, oído y visión), lo que se traduce en que, a veces, nuestros animales no nos respondan como antes, tardan más tiempo en reaccionar ante nuestra llamada. Es un período en el que habrá que tener mucha paciencia. También son frecuentes las continuas visitas al cajón de arena, porque ya no tienen un buen control sobre su vejiga y a veces observaremos cómo tienen pequeñas pérdidas, incluso fuera del cajón.
Otras enfermedades frecuentes en esta fase de la vida son diabetes, hipertensión, hipertiroidismo, aparición de tumores, enfermedad intestinal inflamatoria y anemia. Sus uñas también requieren toda nuestra atención. Debemos estar pendientes de cortárselas, ya que cuando son muy mayores ya no son capaces de arreglárselas y les crecen más de lo normal, pudiendo clavárselas en la carne.
Alimentación
A una edad avanzada, la alimentación
es fundamental para mejorar todos los
problemas asociados a la edad. En estos
momentos, debido a sus dificultades
de movilidad, conviene racionar un poco la comida y ofrecerles porciones
más pequeñas durante el día.
Dependiendo de cómo esté su boca,
procuraremos que su comida sea más
o menos blanda y si es necesario la
trocearemos más de lo habitual. Hoy
día en el mercado hay una gran variedad
de alimentos elaborados con nutrientes
especiales adaptados a distintos
problemas de salud: diabetes, insuficiencia
renal, falta de movilidad,
obesidad, etc. Estos alimentos presentan
una muy buena palatabilidad y
ayudan a la masticación, además de ayudar al animal a mantener el manto.
También es importante de vez en
cuando darle pienso seco, porque le
ayudará en la limpieza del sarro de sus
dientes.
Su alimentación debe ser supervisada
por su veterinario. Los gatos de edad avanzada
necesitan la presencia del aminoácido taurina en su alimentación, ya que es
muy importante para el corazón y la
vista del animal.
Conviene que el agua que le suministremos
esté siempre fresca, ya que
en los gatos se produce un descontrol
de la temperatura corporal que puede
ir asociado a deshidratación por falta
de líquido.
El perro
Los perros son considerados viejos
cuando tienen más de 7 años, aunque
esto depende mucho de la raza, el tamaño
y la vida que ha vivido. Los perros
de talla grande llegan antes a la
vejez que los perros pequeños y los de raza pura también envejecen
antes que los de raza única o mestizos.
Los síntomas que nos anuncian la
llegada del envejecimiento a nuestro
perro son la aparición de canas en las
patas y alrededor del hocico y la reticencia
al ejercicio y a la actividad en
general.
La vitalidad será lo primero que echaremos
de menos en nuestro can: la mayor
parte del día le veremos en su sitio
preferido sin moverse. En ese rincón favorito
deberemos deberemos ponerles
algo blando, como una manta o una almohada,
para que no se le formen callosidades
o úlceras. También conviene situar
su cama en un sitio cálido y alejado
de corrientes de aire.
Pese a la pérdida de vitalidad, se
aconseja continuar con los paseos
diarios, aunque probablemente estos
serán más cortos porque el animal se
cansará antes. Es importante, durante
el paseo, no dejarle solo, ya que se podría
perder, pues el sentido de la
orientación también se resiente con la
edad.
Alimentación
La movilidad está relacionada directamente
con la alimentación, en el sentido
de que al no realizar el mismo
ejercicio físico, la ingesta de alimentos
del can maduro debería ser menor, de
lo contrario, tenderá a la obesidad y
ello le incapacitará mucho más. El veterinario
nos aconsejará la dieta correcta
y deberemos seguirla como él
nos indique. Hoy en el mercado hay
disponible una gran variedad de productos
que se adecuan a la raza de
nuestro perro y a los posibles problemas
de salud que tenga. También se
adaptan a sus posibles problemas en
los dientes o las encías, ya que en esta
fase de su vida suelen perder algún
diente o tener sus las más sensibles.
También es importante proporcionales
huesos especiales o galletas duras que
ellos muerden y les ayudan a limpiar
sus dientes.
Los problemas de salud más acusados
en este período son los siguientes:
- Problemas digestivos: deterioro de los dientes, digestión más lenta, cambios en el apetito, estreñimiento y aumento de la sed.
- Problemas relacionados con los sentidos: sordera, disminución de la visión (aparición de cataratas), disminución del gusto, etc.
- Problemas urinarios: los riñones ven disminuida su función, lo que se traduce en una insuficiencia renal.
- Problemas cardíacos.
- Aparición de distintos tipos de tumores
- Dolores en las articulaciones, artritis y osteoporosis.
Como amos, deberemos cuidarlos
con el mismo cariño que les hemos dedicado
hasta la fecha.
Acá les dejo un video de una veterinaria experta en las mascotas ancianas que corrobora algunos aspectos descritos anteriormente.
Fuente: http://goo.gl/0qwuvF
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